/// Zapatos con anillado ///
Artículo creado el 7 de julio de 2023 y modificado el 23 de Noviembre de 2024
Todavía en curso de redacción, el pastel está por salir del horno…
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Como preparación para mi estadía en Gletterens, decidí hacerme un par de zapatos «prehistóricos»… Claro con anillado.
Hace tiempo que me intereso a los zapatos, que sean de fieltro o de cuero… Los pies son órganos muy respetables y merecen que les den importancia.
Por suerte, donde estaba en mayo 2023, tuve la ocasión de descubrir a un amigo zapatero. Ya estaba con la idea de completar mi traje de Gletterens con unos zapatos.
Problemas de zapatos
Caminé mucho a pie descalzo, porque así me gusta. Pero, se me desformaron los pies. Se pusieron un poco más ancho, lo que limita la gama de zapatos adaptados. No quiero que me apreten los pies.
Más encima, no me gustan los tacones. Me hacen sufrir. Para completar el cuadro, quiero zapatos livianos.
Al fin, me veo restringida a unos horribles zapatos de plástico, totalmente anacrónicos en Gletterens y que se desgastan muy rápido.
Ya los años anteriores me había preocupado del problema. Un amigo me había hecho unos zapatos con las mangas de un viejo abrigo de piel de cordero que me había regalado una amiga. Pero se sentían todas las piedras al caminar.
Parece que la sensibilidad de los pies ha cambiado con el tiempo.
Visita de museos
A veces se ven zapatos en los museos, pero son escasos. Las condiciones de conservación deben ser muy especiales para que el cuero se conserva, sobre todo si no fue curtido o lo fue de manera muy aproximativa.
Durante gran parte de la historia, los zapatos eran un lujo. Durante la Edad Media, habían zapateros que fabrican los zapatos desde el cuero nuevo, y otra corporación que sólo podían arreglar zapatos viejos.
Muchas reconstituciones provienen del Musée de Lausanne que tiene una fama internacional, como estos zapatos vistos en el Museo de Nemours, Francia.
Este tipo de zapatos me gustó porque habían pocas costuras. Pero tuve miedo que me pasará igual que con los zapatos de mangas de la foto anterior. No veía como podía poner una suela al interior, sin que me molestara.
Museo de Lausanne
5000 años de zapatos reunidos en el más chico museo de Suiza. Desgraciadamente, una obra de reconstitución arqueológica tan impresionante no alimenta. Hay que tomar hora para visitar este maravilloso lugar donde le explican todas las técnicas, las condiciones de uso, los materiales y las herramientas usadas…
Las explicaciones eran tan interesantes que saqué pocas fotos, pero pude comprar uno de los últimos ejemplares de la tesis de la Señora Marquita Volken.
Es un trabajo fenomenal reunido en este pequeño espacio.
Primera prueba
Le mostré a mi amigo los pedazos de cuero que tenía para estos zapatos.
Primero, dibujamos mis pies en un papel. Hasta ahora es sencillo. Así tendré unos zapatos un poco más ancho de lo habitual.
El corte
Después, decalcamos esta plantilla en los pedazos de suela y de sueleta. Ahora, empieza el problema para mí. Cuesta mucho cortar correctamente estos cueros tan duros. Mi amigo se los llevó a su taller para lijarlos. Quedaron bonitos.
Los libros
Mi amigo tenía libros donde aparecían modelos interesantes. Los miramos sin poder decidirnos. Él está tan acostumbrado a las técnicas modernas que le cuesta un poco volver a unas soluciones más «primitivas«.
Está acostumbrado a poner resfuerzos por todas partes, suelas de goma pegadas, y usa muchas costuras, justamente lo que yo quiero evitar. Sin máquina de coser, cada punto cuesta más. Sin contar que, cuando a uno le faltan las buenas herramientas, cuesta más alinear los hoyos…
Esto obliga a pensar más alla de las prácticas actuales aprendidas. Es experimentación, lo que ya no permite el sistema comercial actual.
De todo modo, primero había que coser estas suelas de los dos lados de otro pedazo de cuero más blando.
Preparación para la costura
Como no había pegamento seguro, había que hacer una costura sin que el hilo toque el suelo, para evitar que se gaste. Esto no es evidente. Hay que dividir en 2 la espesura de la suela, sobre 1 cm. Y esto sin desviarse y cortar la suela. Esta operación se hace con el cuero bien remojado.
Lo lamento, pero fallé en esta primera etapa.
Luego, había que coser una parte de la suela dividida con el cuero del cuerpo del zapato y la sueleta interior.
Había preparado hilo de lino con cera de abeja, de las abejas de mi amiga Lucía. Había retorcido este hilo porque no parecía bastante sólido.
Mi amigo, acostumbrado a trabajar a la moderna había traido unas hormas para darle la forma a los zapatos.
Hacer zapatos es trabajo de esfuerzos
Este trabajo requiere mucha fuerza y precisión. Ahí, la dificultad me superó. Y eso que no estaba trabajando con las herramientas de la prehistoria.
Al fin, las suelas preparadas quedaron de lado, esperando otra solución.
Este trabajo, como toda artesanía requiere el conocimiento de ciertos gestos, cierta habilidad, astucias que se adquieren con la experiencia.
De nuevo las ortigas
Vengo de comprarme un nuevo libro sobre las ortigas y visito algunos video de la autora de este libro y unos videos de Sally Pointer, una arqueóloga británica que trabaja también mucho con las ortigas.
En uno de estos videos aparecen unos zapatos, tejidos con ortigas.
Esto me dió una idea.
Zapatos de lino y cuero
No tenía ni el tiempo, ni las ortigas para hacer mis zapatos. Pero hay evidencias del uso del lino, por lo menos en el neolítico. Así que aproveché de un rollito que tenía. El lino es muy firme, de fibras largas es más firme que el algodón. Más encima, el algodón no crecía en Suiza en el neolítico, el lino si.
Además, el contacto con el lino es sin duda más agradable que con las ortigas tal como se trabajaban en la prehistoria.
Porque zapatos de anillado
El crochet apareció tarde en la historia, pero el anillado existía ya desde la prehistoria.
Esta técnica tiene la gracia de poder estirarse un poco, pero no tanto como el crochet. Da la misma libertad de creación y de adaptación, pero es más lento.
Ya habia intentado hacer zapatos, hace mucho tiempo, con badana y tejidas a crochet. No me duraron nada, tanto el tejido como el cuero se habían estirado, a pesar de que no salía a la calle con ellos.
A trabajar
Cuesta decidirse. ¿Como hacer para que los hilos no se desgasten con el roce en el suelo? ¿Como mantener la suela sin que se mueva y eso sin pegamento?
Corte una suela de sueleta, la pegué sobre el cuero de vaca que estará en contacto con el suelo. Este conjunto, lo corté a 1 cm app. de la sueleta.
Después, pegué este conjunto en un pedazo de badana. Lo recorté al borde del cuero de vaca.
Recorté otro pedazo de badana que cubre la parte delantera, sobre todo para evitar que mis uñas desgasten el anillado de lino.
Hice hoyos lo más cerca posible de la sueleta para poder tejer el anillado. De este modo, el lino no debería desgastarse tanto tocando el suelo. Por otra parte, las suelas no se moverán.
Al probar mis zapatillas todavía en curso de tejido, creo que hubiera sido mejor dejar 1,5 cm al rededor de la sueleta y haber dejado 5mm más para los hoyitos de modo a alejar un poco más el hilo de lino del suelo. Sin embargo, no hay que hacer los hoyos demasiado cerca del borde del cuero, sino este se puede cortar al estirarse.
Hice los hoyitos con un sacabocado de pinza, antiguo pero nada prehistórico.
Sentido del pelo
Error o no, sólo el uso me lo enseñará. Cuando corte las suelas, sólo me fijé en el sentido con respeto a la columna vertebral del animal, no pensé en el sentido del pelo.
Al mostrarlos a mi amigo zapatero, me dijo que de todo modo el pelo se gastará, pero menos rápido en este sentido. Yo tenía miedo que mis zapatos sean más resbaladizos. Al fin de cuenta, son resbaladizos sobre suelos lisos, pero no afuera en la hierba o en los caminos.
Recorté otro pedazo de badana que cubre la parte delantera, sobre todo para evitar que mis uñas desgasten el anillado de lino.
Hice hoyos lo más cerca posible de la sueleta para poder tejer el anillado. De este modo, el lino no debería desgastarse tanto tocando el suelo.
Buscar un pegamento
Me conseguí un poco de pegamento de resina de abedul, el que se usaba para fijar las puntas de flechas, por ejemplo. Pero este se ablanda con el calor y se vuelve quebradizo con el frio.
No tenía los materiales para hacer un pegamento a base de cuero y hueso… lo que se supone que es lo mejor.
Terminé por comprar un tubito de pegamento moderno, que pegó sólo el tiempo suficiente para dibujar, recortar y hacer los hoyos que me servieron de base para el anillado.
A tejer los zapatos
Ya empecé a tejerlos. Por el momento, no tengo grandes dificultades. Tengo la impresión que corté un poco estrecho la badana que cubre el pie. Pero es un cuero blando que se puede estirar un poco.
Estoy trabajando los dos pies en paralelo de modo a hacer las diminuciones de la misma manera. Una pequeña diferencia mal situada puede notarse mucho. Cuesta mucho deshacer el anillado, son puros nuditos y esto desgataría el hilo.
Estoy trabajando con un hilo de lino más grueso pero sin encerar. En efecto, encerar el hilo da más solidez. Pero, esto ralentizaría mucho el trabajo, el hilo no se desliza tan facílmente. Veré si le hago un tratamiento ulterior con una cera derretida o diluida para reforzarlo.
¿Cuanto para un par de zapatos?
Para los que quisieran desarrollar esta actividad, esta palabra cobra importancia. Pero, parece que no era el caso en los tiempos prehistóricos.
Nuestros ancestros pasaban un tiempo fenomenal en actividades artesanales, Marshall David Sahlins escribió varios libros donde desarrolla este tema.
Basta con ver los detalles de los zapatos del museo de Lausanne, Suiza.
¿Cuanto tiempo?
Por el momento, estimo el tiempo que ocupé en experimento a más o menos 35 horas. En caso de repetir la operación, creo que quizas ganaría unas 5 horas… El hilo de lino escogido era suficientemente grueso para que la obra cundiera bien.
Pero hay que considerar que ocupé materias primas ya listas: cuero ya curtido, lino hilado industrial, aguja de lana, tijeras, saca-bocado…
Curtir los cueros, preparar las fibras e hilarlas artesanalmente es muy demoroso, entonces no puedo calcular estos tiempos que superan de mucho el tiempo indicado más arriba. Quizas un cuero crudo hubiera sido más sólido.
El anillado es una técnica muy cronófaga, ya tengo bastante experiencia con ella. Es mucho mejor en este caso que el crochet, más rápido pero que se desforma mucho más.
¿Cuanto material?
El cuero
Para la versión definitiva, ocupé un pedazo de sueleta donde cabían las dos suelas, un pedazo de badana un poco más grande (hay que preveer bastante más de lo necesario para buscar la mejor ubicación para las piezas), un pedazo de cuero de vaca un poco más grande que las suelas. Ahí también, la orientación de las piezas puede provocar perdida de material.
Compré mis cueros en Chile, en parte en una talabartería en San Vincente de Tagua Tagua, otra parte en una curtiembre en Puerto Montt donde suelo comprar cueros regularmente. En efecto, hace tiempo que utilizo cuero en mis obras.
Habitualmente, el cuero se vende al pie cuadrado, es decir más o menos 28 cm cuadrado, hay que estimar a alrededor 2 o 3 pies de cada uno de los 3 tipos de cuero.
Es bueno preveer un poco más siempre, en caso de deber recortar una pieza y para tener la libertad de orientar las piezas en el mejor sentido. En efecto, el cuero, como el papel y las telas, tiene un sentido. No respectar este sentido puede provocar deformaciónes no deseadas en la obra final.
Cuanto más grueso el cuero, cuanto más caro. Porque se demora más en curtirse.
El lino
Lo había comprado el año pasado en Suiza. Desgraciadamente, las 2 fábricas que quedaban en el sur de Chile cerraron hace tiempo. Ahora, en Chile el lino es de importación y a precios prohibitivos.
Para saber más sobre el hilado artesanal, le invito a visitar mi otro sitio www.tinctoriales.com. En este artículo doy una estimación en detalles de los tiempo para preparar e hilar la lana. Todavía no hago estos procesos con lino, son algo distintos, pero igual toman su tiempo.
El anillado es bastante económico en fibra, quizás a esto se debe su amplio uso geográfico. En efectos, las mallas, siendo nudos simples, no dan tantas vueltas y no gastant tanto hilo como los palillos o el crochet. Las trenzas o el tejido eran otra solución más económicas en hilo y tiempo.
No puedo evaluar cuanto peso de lino habré usado, ya que no pensé en pesar las suelas antes de empezar a tejerlas. Pero, seguro que gasté menos de 100 gramos.
¿Qué herramientas?
Buenas tijeras, un cartonero, una herramienta de corte de talabartero chileno, un sacabocado, antiguo pero bueno, una aguja de coser lana.
Para trabajar al modo prehistórico, hubiera tenido que haber usado puntas y cuchillos de pedernal y una aguja de hueso o de boj. No tenía estas herramientas, y todavía no sé usar los cuchillos de pedernal.
El resultado, zapatos terminados
Terminé mis zapatos justo a tiempo para ir a Gletterens.
Me los pusé con gran placer, ya no se sentían los palitos, las piedras en el camino… Pero después de una semana de uso, el resultado era alarmante. No creo que nuestros ancestros hayan cambiado de zapatos cada ssemana.
Una explicación puede ser que el cuero de vaquilla fue curtido con cromo, lo que lo hace menos sólido que cuero con curtido vegetal.
Hay que notar que el hilo de lino no había sufrido desgastes, por suerte.
Hubo que cortar unas suelas nuevas.
Un pedido doble de zapatos
A pesar de todo una amiga me hizo un pedido doble. Le expliqué bien que tenía que pegar una suela moderna debajo.
Menos mal, me quedaba cuero.
De nuevo de viaje, esta vez cerca de Lima, Perú, en el museo de Pachacamac descubrí estos zapatos encontrados en las ruinas.
Conclusión
Una experiencia no terminada